lunes, 25 de junio de 2018

Motas de polvo sobre un rayo de sol

Las horas se caen entre los peldaños rotos

y hay una gravedad de aire espeso

con motas de polvo en suspensión,

cuando entre la penumbra de la habitación,

cruza un rayo de sol furtivo, 

que como venablo dorado, atraviesa 

esa diminuta existencia suspendida.


Un olor añejo y profundo, se apodera

de los sentidos y entre los viejos ropajes

del baúl, aparecen libros desvencijados 

y fotografías amarillentas, en un sepia

que se tiñe de añoranzas.


Las maderas del suelo crujen, diríase 

que acaso, como costillas doloridas

y en el silencio, se adormecen los muebles 

con las sábanas que los cubren.


Entre ocres, surgen atardeceres de vino

y dorados pétalos de girasol, que aún 

cuelgan detrás de las puertas,

rubricando los recuerdos, que lentamente 

se balancean sobre las memorias,

tantas veces recordadas,

tantas veces olvidadas.


Escrito en Junio 2018 por Eduardo Luis Díaz Expósito."zuhaitz".


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