Susurro tu nombre en silencio,
para no despertarte de los sueños
que se mecen en tu cabeza, reposada
sobre la almohada de tus fantasías.
Tus ojos son ventanas abiertas,
donde una brisa nueva me llena de frescor
y abres también, las celosías de tu alma,
para mostrarme tu mejor sonrisa.
Te amo sin romper con mi voz,
el secreto que guardo dentro de mi
y atesoro cada momento que disfruto
junto a ti.
Susurro tu nombre y mi cabeza
se llena con tu imagen hasta el ático,
donde mis pensamientos se tiñen
con el color de tu ropa interior.
Te adoro sin tú saberlo, y si rompiera
el hechizo, cada cristal de mis sueños,
sólo conseguiría herirnos
y desbordar cada emoción,
hasta anegarnos en nuestras propias lágrimas.
Escrito en Junio 2018 por Eduardo Luis Díaz Expósito."zuhaitz".
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