el calor de la sangre que hierve
en un corazón enamorado.
Esa respiración que se agita,
después de un tiempo pausado.
La entrega sin reservas,
que siempre había soñado.
Y amar, amar sin rumbo,
entre las aguas de tus pupilas.
Entre el nardo de tu cuerpo, en la caricia
y el deseo que crece y nos inunda
con su cálido aliento.
Quiero amar y amarte,
porque es amor...
lo que por ti, yo siento.
Escrito en Febrero 2019 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.

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