de nubes blanquecinas, muchas veces,
una luna que orgullosa, siempre crece
en impulso desmedido y extasiado.
Un suspiro, que es perfume de tu aliento
que se impregna de tu afán y de tu anhelo
y yo creo que se vuela al ancho cielo
en el loco devenir de un nuevo intento.
Al margen de un simplón romanticismo,
yo contemplo la alegría de vivir
y en el gozo que supone el existir,
el amor se va mostrando por si mismo.
Ya conozco ese ingrato compromiso
que supone ser poeta y escribir,
pues plasmar lo que aceptamos, por vivir,
no nos deja ya lugar para un inciso.
Así que toda estrofa doy por buena,
pues refleja un sentimiento, ya vivido,
esa ha sido mi razón y mi motivo,
que ahora expreso concluyendo este poema.
Escrito en Marzo 2019 por Eduardo Luis Díaz Expósito."zuhaitz".
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