viernes, 22 de marzo de 2019

Fuera del pentagrama 

No busco la desnudez del alma,
ni apedrear las contradicciones, por el hecho
de sus escasas coincidencias con mi eterna
búsqueda de la verdad.

La música no suena en el pentagrama,
donde se muestra escrita, sino en
los oídos vírgenes, que son capaces
de volar en las notas vibrantes
de una armonía.

No soporto la mudez en un silencio
cómplice de aguijoneadas secuencias de vida,
balanceada en la tensa quietud de las horas.

Ni una página queda en blanco,
cuando posamos la mirada
y dejamos absortos,
 todas las interrogaciones  posibles.

No busco apego, aunque es inevitable
el escalofrío del contacto y la costumbre
adquirida, de ser parte de los demás,
durante un reclamo de voces que desean
un instante de atención.
Y así marchamos, dando un nuevo giro
a la monotonía de una existencia átona.

Escrito en Marzo 2019 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.


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