martes, 24 de marzo de 2020

Apocalipsis Viral

El aire congela los lamentos y las voces
se pierden, son migajas que devoran
los cuervos del hambre.

Ayúdame a cruzar la calle, mis ojos
están nublados de angustias y soporto
un yunque sobre mi pecho.
Los amaneceres huelen a azufre
y nunca estuve tan cerca de la boca
del infierno.

Nadie vuela, cuando se arrojan al vacío
desde sus ventanas y la muerte
se ha instalado como vecina molesta
y cotidiana.

El poder no abre sus manos, pero sus puños
se quebrarán como el hielo quebradizo
en primavera.

Cuando todo termine, habremos muerto
y los que sobrevivan tendrán
más de un motivo para abandonar la vida.
Hoy luce el sol, pero se ciñe un eclipse
que aún no hemos advertido...
porque no salimos de casa.

Escrito en Marzo 2020 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.


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