viernes, 27 de marzo de 2020

Los días que se copian fugitivos.

El tiempo está atrapado en la redoma
y nuestra libertad no viste en raso,
una voz de poder nos marca el paso 
y al principio nos sonó como una broma.

Nuestras miras por la luz, desde lo oscuro
se nos muestra en un futuro no muy claro
y se apaga nuestra luz en ese faro,
porque nada nos parece ya seguro.

Vivimos con la fiebre de los días,
la angustia de querer poder salir,
nadie sabe lo que queda por venir,
si alguien sabe, ya jamás nos lo diría.

Cada día es una hoja desprendida
que con otra no encontramos distinción,
se detiene otro latido y la ilusión
nos parece una utopía, ya perdida.

El recuerdo de una vida que añoramos,
a la postre de los días transcurridos
y en las casas nos sentimos recluidos,
somos presos y así nos desesperamos.

Se divaga entre ficción o realidad,
si es verdad, nuestro futuro, por incierto,
será escaso, como el agua en el desierto
y queremos disfrutar en libertad.

Escrito en Marzo 2020 por Eduardo Luis Díaz Expósito."zuhaitz".

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