martes, 26 de julio de 2022

Amargos besos de acíbar.

Duelen los besos  de acíbar, por el amargor
que beben del alma herida.
Besos  cárdenos, donde aflora la sangre toda,
pero no sangre reciente y limpia, que brota 
del impulso del amor  más puro, 
sino sangre del coágulo  que fermenta 
en el odio, o ese dolor  que persiste
 en la memoria  y nos agita en una vorágine 
de angostas tristezas, que van enquistándose 
con el  tiempo, cuando el perdón ya no es 
suficiente, porque  todo el amor se desvaneció 
entre las sombras.

Escrito en Julio 2022 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.

© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.




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