son saetas de luz, que has proyectado
y en mi alma, yo me siento enamorado;
te contemplo en mi soñar, mi bien amada.
Desde el arco sombreado de tus cejas,
dos luceros que se incendian, me enamoran;
en tu rostro han florecido y te decoran
la belleza, que es el fruto de mis quejas.
Necesito de tu luz, pues es sombría,
toda vida sin tu amor y así lo siento,
lo que digo es la verdad y no te miento,
eres sueño que despierta a un nuevo día.
Por tu amor, llega la noche deseada,
pues te añoro y mi sueño se engalana
de la seda que te viste en oro y grana
y me apena despertar de madrugada.
Dame sólo una señal en mi esperanza,
yo te ofrezco con mi amor, mi vida entera,
voy viviendo en la ilusión, la dura espera,
consecuencia de mi amor y confianza.
Escrito en Julio 2022 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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