que intentan vencer el sopor de los días
sucedidos.
La boca es una granada, que desgajada,
ofrece unos metálicos dientes,
bajo una apariencia de blanca pulpa derramada sobre las conciencias inocuas,
mientras la voz se desgarra, como un alma desvalida ante los crustáceos, que pellizcan
las realidades faltas de consistencia.
Y mientras, intentas inútilmente abrir los ojos,
vencidos por un narcótico sueño
de mariposas, que se elevan al cielo,
desde tu enfermiza imaginación, encerrada
en el vértice redondo de una lágrima,
a punto de derramarse sobre una tierra inerme,
de corazones desvalidos, solitarios.
Escrito en Julio 2022 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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