Muérdeme la boca y sella
la herida con tu saliva!.
Calma mi sed y mi angustia
del tiempo que estuve sin ti.
Soy tuyo, cuando me robas el alma
durante el deseo.
¡ Me quema la carne tus besos!.
Dedico un tiempo en grabarte
en mi memoria y mis anhelos.
Furtivamente escapas y te alzas
sobre mis pensamientos.
Mi vida fué un resumen de ceniza,
hasta que tu luz quemó el azogue
de todos mis espejos
y apareció tu imagen, ocupando
mis sueños más húmedos
e inconfesables.
Escrito en Agosto por Eduardo Luis Diaz Expósito."zuhaitz".
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