la estatua más hermosa.
Labrada con el mármol más blanco,
puro y exquisito, parece rozar
el cielo con sus cabellos y sus manos
poseen la magia de un movimiento
adormecido.
Su grácil cuerpo, se eleva
desde sus piernas, como columnas
de humo, buscado la inmortalidad.
Sueña tal vez, con la libertad y desea
alcanzar la majestuosidad y brillo,
que tienen los laureles dorados,
que coronan las cabezas de los dioses.
Cuando intenta levantar sus pies, saltar
y elevarse por encima
de sus propias miserias, observa
con qué fuerza están unidos al pedestal,
que pareciera elevarlo a la gloria.
Escrito en Agosto 2017 por Eduardo Luis Diaz Expósito."zuhaitz".
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