Cuando te acribillan a besos y luego
te niegan la entrada al paraíso.
Se puede morir en vida...por amor,
cuando falta el amor y su ausencia
se hace insoportable.
Podemos subir al cielo
en un acto de amor o entrega,
soñar imposibles y tocar la luna
con la yema de los dedos.
Podemos ser Dios un momento,
hasta que el diablo maneja
nuestros deseos
y nos hace sus esclavos.
En la quietud de la pausa nocturna,
se observan los movimientos lentos
de las piedras y la sensualidad
de las hojas movidas por el viento.
Medito sobre todas las cosas
que suceden y están por suceder.
Siento que soy una rama
que se balancea en los arrecifes
de un mar de inquietudes,
en una península llamada VIDA.
Escrito en Agosto 2017 por Eduardo Luis Díaz Expósito."zuhaitz".
No hay comentarios:
Publicar un comentario