los instintos o despertarlos
con un fiero azote que rompa la piel
y abra las carnes.
Establecer un vínculo entre dos extremos
y unirlos, complementando una línea,
que prosigue hacia la ascensión
o el final de un escabroso camino.
La vida puede ser una cuerda,
donde se balancean nuestros anhelos
y el poder que sujeta firmemente
todas la voluntades.
Escrito en Agosto 2017 por Eduardo Luis Diaz Expósito."zuhaitz".
No hay comentarios:
Publicar un comentario