que giran sobre la rótula del mundo.
He amado en silencio,
como aman los ermitaños,
buscando en soledad la última luz
del crepúsculo.
Anduve entre multitudes, siendo
una parte más del paisaje urbano.
Los ojos descendían siempre,
desde los cielos a las acequias
y no encontramos agua, golpeando el asfalto con el cayado.
Escribo poemas con la corteza
de un limón y busco la miel
en las palabras que olvidamos,
porque aún creo que podemos salvar
todas las distancias que nos separan.
Escrito en Agosto 2017 por Eduardo Luis Díaz Expósito."zuhaitz".
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