el hielo en tu mirada
y creí poder deshacer tu invierno
con el fuego de mi corazón.
Advertí que era imposible,
cuando seccionabas
mis buenas intenciones
con tu afilada lengua.
Hallaste al diablo que se escondía
en los abismos de mi alma y me asusté
de la maldad que fué germinando en mi.
Ahora, después de tantas hogueras,
encontré mi verdad y mi camino
y no dejo que ningún invierno
enfríe el radiante sol que llevo
en mi corazón.
Escrito en Agosto 2027 por Eduardo Luis Díaz Expósito."zuhaitz"
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