la fuerza que al débil asiste,
la promesa que no recibiste,
el amor que nunca has sentido.
La pasión, que al amor no abandona,
el abrazo, que siempre conforta,
tu arteria de vida, tu aorta,
áquel que comprende y perdona.
Alma y corazón latente, en brío,
sin pesar que la maldad su triunfo halla
y que encuentra una respuesta, donde vaya,
porque tu sentimiento lo hago mío.
Que no distingo raza, ni color,
que al fin todos buscamos las verdades,
acordes a nuestras necesidades,
basadas ante todo, en el amor.
Ganando la razón y sin fronteras,
buscando la armonía entre los seres,
que nunca tú serás lo que no quieres,
si encuentras en tu invierno, primaveras.
No deseo vivir con gesto adusto,
que me gusta sonreír, vivir la vida,
la razón de existir y su medida,
ante todo quiero ser sincero y justo.
Escrito en Julio 2016 por Eduardo Luis Díaz Expósito."Zuhaitz".
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