hallar en cada ser, esa belleza,
que acaso no observamos por torpeza,
de no encontrar, al fin nuestra verdad.
De andar entre rastrojos y quimeras,
que son banalidades, inconstantes,
cuando hay toda una vida por delante,
vida que se diluye y que no espera.
Perdemos por buscar una razón,
momentos a guardar en la memoria
la vida va girando en una noria,
a impulsos de un vencido corazón.
Corazón cansado con motivo,
sufriendo en su labor la incomprensión,
que todo no se basa en la razón,
por eso en el amor, se muestra esquivo.
Al fin cuando la obra ha concluido,
el corazón repasa su trabajo,
se alegra en su labor o viene abajo
y vibra en un último latido.
Escrito en Julio 2016 por Eduardo Luis Díaz Expósito."Zuhaitz".
No hay comentarios:
Publicar un comentario