no sé qué alcaloide lleva tu boca,
que me nubla la razón.
Verdes suaves, orillados en la taza,
se derriten mis ojos al mirarte,
mientras el té tiñe el agua caliente
y nadie sabe porqué hoy,
pesan aún más mis párpados.
No sé si es correcto afirmar,
que una mirada vacía,
se funde en el horizonte
o que la niebla marchó a buscar
refugio en las montañas.
Sólo sé de mi corazón
y una erupción volcánica
en sentimientos encontrados
y un querer salir de esta
claustrofobia cotidiana,
que me duele, cuando se funden
imágenes en el crisol de mi pensamiento.
Miento una felicidad que no tengo, no busco
y pido que se derrame sobre mi,
como lluvia en una tormenta de verano.
Escrito en Julio 2016 por Eduardo Luis Díaz Expósito."Zuhaitz".
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