sobre el cuero mojado
de la existencia.
Mojadas por las constancias,
teñidas en el añil de los recuerdos,
fantaseamos con colores de ensueño,
para dar vida a la mortal existencia.
Una vez más, perdemos las texturas,
para ganar, la amplitud necesaria
y revocar nuestros sueños,
para alisarlos, conforme a una realidad impuesta.
Rompemos la baraja, para jugar otro juego,
en el cual, nadie gana, ni pierde
y mordemos el corcho de la botella,
para escupirlo y que el líquido espiritoso
de nuestra imaginación,
se oxigene en el espacio de nuestras aspiraciones y sueños.
No hay locura que cercene o ampute la razón,
porque sus miembros crecen y se alargan,
hacia el universo onírico, donde las fronteras,
son sólo un punto y seguido, en nuestra pradera mental,
de infinitos campos, en nuestro vasto ingenio creador.
Escrito en Julio 2016 por Eduardo Luis Díaz Expósito."Zuhaitz".
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