martes, 13 de junio de 2017

Ante el calor inclemente

Se evapora el agua con el tortuoso calor,
la misericordia no entiende de temperaturas.
se cae el gesto hacia un rincón 
sin aristas, durante la apatía que genera
el desánimo.

Se evapora el sudor que cae desde
un firmamento sin estrellas, cuando 
la frente despeja los cabellos y guarda
en su interior, todas las dudas.

Se evapora la lágrima o se seca
en el párpado, cuando las ilusiones 
se pierden por su propia inercia 
y se deja de flotar en la nube
que imaginamos.

Hoy ha caído una barrera más, que
nos defendía de la agresiva realidad,
en que estamos girando sin rumbo,
en dirección contraria.

Escrito en Junio 2017 por Eduardo Luis Díaz Expósito."zuhaitz".

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