sábado, 3 de junio de 2017

Todo un mundo para jugar

La flor de la inocencia aparece 
en el asfalto, como una interrogación 
llena de pétalos de ternura.

El viento ha deshojado su fresco tallo
y una mirada se deshace 
en los párpados infantiles, con unos ojos
llenos de curiosidad.

Adoro esa capacidad de soñar 
e imaginar o inventar, un mundo
que sería perfecto, para hacer del juego 
una divertida forma de vida.

Escrito en Junio 2017 por Eduardo Luis Díaz Expósito."zuhaitz"

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