jueves, 15 de junio de 2017

Sumido en un profundo insomnio

La noche se cierne sobre mi, amenazante.
Sus mil ojos me observan
en la quietud de un solitario silencio.

Un frío viento me cala los huesos 
y trae recuerdos orlados de espinas.
La sangre brota entre mis dedos 
y mis lágrimas calientes, surcan
las encendidas mejillas.

No se escuchan lamentos, la noche 
los atrapa en su regazo y duermen
los suspiros en su lecho.

Las esquinas y recodos de las calles,
son refugio de las sombras
y las penas desayunan al alba,
un insomnio que pesa sobre los párpados, en un alma tan vacía,
como un desierto 
de mudas voces silenciadas.

Escrito en Junio 2017 por Eduardo Luis Díaz Expósito."zuhaitz "

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