con el silencio. Hablo mucho y como poco.
En ocasiones, mi ánimo me traiciona
y se pierde una lágrima que debiera guardar
para los momentos difíciles.
No me desespero porque intuyo,
que mientras espero, construyo.
Así me muevo en la vida,
con una escasa virtud
y un claro convencimiento
de que hay que vivir el momento,
tratando de ser feliz,
sin hurgarse la nariz,
para eso están los pañuelos,
que guardan los desconsuelos.
La felicidad es lema,
para quien teme y blasfema,
creyendo que no hay remedio
y pone tierra por medio,
por el miedo de atreverse
a intentar comprometerse.
Así, me habréis de escuchar,
que si tienes corazón
y pretendes mejorar,
primero pon la intención
y luego, comienza a andar.
Escrito en Febrero 2018 por Eduardo Luis Diaz
Expósito.”zuhaitz”.
I.S.B.N : 978 – 84 – 17279 – 06 – 6
Depósito Legal: BI – 1323 -2018
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