martes, 20 de febrero de 2018

Mantener nuestra condición 

     La muerte enfría el cuerpo lentamente,
    hay un dolor de acero y nieve, 
    sobre el costado y en el interior del alma.

    El desapego duele, con la voracidad
    de un picoteo constante, hasta que
    la separación nos condena a la herrumbre
    del tiempo y una soledad en la que,
    el musgo es testigo de nuestra pérdida en la presencia.

    Sentir que no estamos, es una proyección,
    en la que nosotros nos sentimos
    en el No-Sentir y que no nos sientan.

    Carne pútrida y olor a abandono.
    El alma se hace humo en la irreverente
    esquina del olvido y vagar sin rumbo
    a ninguna parte es, presumiblemente
    desaparecer, aún siendo conciencia
    de nosotros mismos.

    Conciencia y energía, imperceptiblemente
    presente y perpetua.
    Divinidad en seres de luz, con experiencias
    tan dispares y absurdas, como vivir
    una realidad lejos de nuestra condición

    Escrito en Febrero 2018 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.


    I.S.B.N : 978 – 84 – 17279 – 06 – 6

    Depósito Legal: BI – 1323 -2018


    No hay comentarios:

    Publicar un comentario