respira bajo un sol amarillo o rabiosamente
naranja, en un rojo debilitado, que cae
al atardecer, bajo el azul pizarra
de las montañas, en el claroscuro crepuscular.
El aire se cuaja de ausencias y
ante la magnificencia de la creación,
nos sentimos pequeños.
Un breve acento, recama la notoriedad
de un ámbito que nos sobrecoge
en toda su inmensidad.
Cada gota de agua, cada brizna de hierba,
forma parte de algo que supera
la individualidad y crece en su percepción.
El hecho de formar parte de algo más grande,
es el resultado simple de nuestra esencia.
Todo lo que eres se contiene y expande,
participando en algo, que sobrepasa
el mero hecho de la comprensión
y cuando sentimos esa realidad,
nos trasciende.
Escrito en Febrero 2018 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
I.S.B.N : 978 – 84 – 17279 – 06 – 6
Depósito Legal: BI – 1323 -2018
No hay comentarios:
Publicar un comentario