y se pierde la ilusión,
no se escucha una canción,
tan sólo una voz de queja.
Y se arruga el interior,
se van frunciendo las cejas
y se abandona y se deja
el juvenil resplandor.
Cuando el alma ya no puede
retener nuestra alegría,
se van pasando los días
sin nada que se nos quede.
Nos va muy mal la cabeza,
da vueltas, como una noria,
se pierde nuestra memoria,
nunca acaba lo que empieza.
Nos vamos abandonando
y en ese tiempo vivido,
quedamos en el olvido,
nuestra luz... se va apagando.
Escrito en Julio 2018 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
Publicado en el libro
de poemas “ A VIVA VOZ”
ISBN : 978 – 84 – 1331 – 821 – 9
Depósito Legal : AL 1827 – 2019
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