domingo, 25 de noviembre de 2018

Acuarela 

Una acuarela de vida era su rostro.

Un reflejo de agua pura, sus cristalinos ojos.

Su mirada diluía en vapor inocuo 

toda bruma de ansiedad y ese despecho,

ante los acontecimientos que nos vencen

por su excesivo peso.


Hallé también en su rostro,

 una pincelada blanca 

 sobre el crepúsculo rojo de sus labios,

distendidos en una grata sonrisa.

No habrá nunca un lienzo tan hermoso,

donde se pudiera plasmar tanta belleza.


Ninguna aproximación a su realidad 

quedaría exenta de crítica, al ser sin duda

una clara distorsión o refracción de la luz 

que ella emitía.


Acuarela de vida, explotando en colores

y risas, en un risueño caminar 

con una actitud, que sólo los ángeles 

se atreven a imitar... ligeramente.


Escrito en Noviembre 2018 por Eduardo Luis Díaz Expósito."zuhaitz".



No hay comentarios:

Publicar un comentario