La realidad en que vivo, emerge
de la imaginación de todos los seres,
ya fallecidos, que han formado
el preámbulo de lo que ahora soy.
Ninguna certeza es ciertamente cierta,
cuando la duda asalta nuestros pensamientos
y reedifica nuestras vidas.
Todo se mueve en un hipotético
campo de fuerzas, que tratan de ocupar
su lugar en nuestras mentes
y nada absolutamente tiene la dimensión
del agravio que la vida muestra
con el sentimiento de mantenernos vivos.
Nuestras bocas besan y devoran
los espacios vitales, cuando ya nada cabe
y la duda es un manifiesto de vida
sobre una metafórica simpleza,
que emerge como una categórica
resolución de todas las interrogantes.
Escrito en Noviembre 2018 por Eduardo Luis Díaz Expósito."zuhaitz".
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