hay un ángulo oscuro y una incredulidad
ante el desconocimiento de toda certeza.
Cierto o tal vez rareza, en el esbozo
de todos los planes encontramos
cartulina negra y papeles rotos.
Tenemos un chicle pegado
en el cielo de la boca y una bombilla fundida
en el ático de la inteligencia.
Todas las mentiras almacenadas
en el cuarto de visitas
y todos los niños desnudos, que el frío
y la indiferencia condenarán a muerte.
Prevalece el ritmo de la rutina,
hasta para morirse uno.
Buscamos en los bolsillos vacíos del pantalón,
algo que la voz evita nombrar, para justificar
el seguir vivos sin remordimientos.
Escrito en Junio 2019 por Eduardo Luis Díaz Expósito."zuhaitz".
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