martes, 21 de enero de 2020

Mágica Noche de densos sueños de Amor.

La noche se hacía espesa con la densidad
de los sueños y el peso irremediable
de los párpados vencidos.
Nos bebimos la niebla, para descubrirnos
sin sedas, ni tules y abrazamos
todos los silencios.

Sujetamos el amor a dos bocas,
con nuestros labios, nos atrevimos
a deshacer el nudo que crean las distancias
que nos separan, y así tomando
 nuestros alientos durante un jadeo extasiado,
nos encontramos con una desnudez,
que ningún espejo fué capaz de reflejar.

Tal vez, el agua más pura, sin la sal
del sufrimiento, pueda mostrarnos
una leve imagen de un segundo de felicidad.
Lástima que el viento sople, creando ondas
sobre los espejos del agua
y esparza las arenas tan lejos,
como las voluntades perdidas del ser humano.

Un leve roce nos acercó cuerpo a cuerpo,
como tangentes que el tiempo no guardó
en su memoria.
Toda tú, sábana de ternuras
y blancas presencias sobre mi cuerpo,
para cubrirnos de besos, para no sentirnos
fríos y desnudos, durante esta
mágica noche.

Escrito en Enero 2020 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.




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