viernes, 24 de junio de 2022

A mi gran amiga Begoña Barbier.

Elegancia y sencillez,
de su mano van, caminan
por  el verso que  apadrinan,
por su gracia y candidez.


Les hablo de una gran  dama,
cuya virtud  es destello 
del ángel más puro y bello,
cuyo fulgor es su llama.


Sin apenas pretenderlo,
por su calidad humana,
brota el verso y se derrama 
y me apresuro a beberlo.


Su amistad crece en mi alma 
y brota  como una flor 
de un  puro y genuino amor,
que  me devuelve la calma.


La calma y la confianza 
que perdí sobre mi mismo;
por ella crucé el abismo,
inspirado en su templanza.


Begoña Barbier, el cielo 
que me has mostrado es real,
si mi vida fue un erial,
mi meta es sólo un anhelo…


Vivir en la Poesía,
un vasto y gran universo,
la estrofa de cada verso,
será un instante del día.


Un día por compartir,
nacido de una emoción,
pues vibra mi corazón
por la emoción de existir.


Viviendo esa gran verdad,
de compartir lo que amamos 
y esa joya que guardamos,
que nutre nuestra amistad.


Escrito en Junio 2022 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.

© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.




No hay comentarios:

Publicar un comentario