miércoles, 8 de junio de 2022

La ternura de los años jóvenes.

La ternura de los años jóvenes, 
se va extendiendo a lo largo de todos
nuestros días.
Se va creciendo sin predecirlo y tal vez,
como tallos carentes de la savia necesaria,
nos vamos secando y haciéndonos 
más recios e irreflexivos.


Nuestros ojos se van endureciendo 
en la tristeza y no llegamos a alcanzar 
a ver, esa dimensión de aquellos sueños,
que habitaban en nuestra imaginación.


Se apodera de nosotros, un sopor azul,
gris y marchito, que ensombrece la lucidez 
de todos nuestros deseos y el brillo 
de esa ilusión, que  arrastrábamos 
en una caja de zapatos.


Negar el cielo, sin levantar la vista, 
sería como claudicar la esperanza  
en una meta, sin haber dado 
el paso necesario, para salir de nuestra 
concha de ostracismo, que limita 
la visión de nuestro horizonte y corta al sesgo 
las venas que  transportan la sangre caliente,
con la que  nos armábamos de valor,
para desempeñar todas nuestras aspiraciones,
caminando  entre nubes y atrapando 
su dulce algodón,
 entre nuestros dientes infantiles.


Escrito en Junio 2022 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.

© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.




No hay comentarios:

Publicar un comentario