lunes, 6 de junio de 2022

El vino ( sangre viva de la tierra ).

El vino es la sangre macerada de la tierra,
que se expande en racimos durante 
su nacimiento.
La savia que en el tiempo, madura en granos 
y constancias, bajo un sol que agrede
la piel rugosa del sarmiento.


Retorcido y enjuto, rostro perenne 
en la paciencia de la quietud y la larga espera.
El vino, que sana la tristeza
 en cada celebración y sin embargo,
danza al compás de una vida, que se muestra 
vital y exultante.


Generoso ante las tribulaciones de su soledad 
en la oscura bodega. Sabio sin duda,
aportando aromas y matices en azúcares 
y taninos, declarando su madurez,
al mostrar su recio cuerpo e inundar
con su  sabor al paladar más exigente.


Ebriedad toda, que se aloja en los fugaces pensamientos y crea un estado de letargo,
en un profundo sueño, que ha de despertar 
con un dolor en la consciencia del retorno,
a una realidad no aceptada, que hiere
nuestras cabezas, como acerada espina 
en las sienes.


Vino para celebrar, brindar o adormecer 
los sentidos. Tal vez, exaltación 
de nuestra propia sangre, que fluye intentando 
regresar a nuestro origen sobre una tierra,
que delimita nuestros caminos y
nuestros destinos.

Escrito en Junio 2022 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.

© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.




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