sábado, 4 de junio de 2022

Un verano ardiente.

La melena al viento. Se escucha el severo 
rugido del león de fuego, sobre la aridez
de la tierra.


Las águilas han dejado de portar en sus picos,
la humedad que arrancaban a las nubes
más elevadas.


Cielo raso, extendido como una plancha incandescente, en un furioso azul que cae
sobre el mar, imitando su presencia.


Tan sólo las arenas de las playas, 
beben el agua salobre y un vapor  inusual 
se desprende, dibujando fantasmas 
en la atmósfera.

Escrito en Junio 2022 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.

© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.




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