jueves, 9 de junio de 2022

Cuando ya nada se espera.



…Y sentirme así, como un cuerpo único 
transmitido entre la luz y la sombra.
Como un atenazado silencio, 
cuando la soledad extiende su brumosa 
presencia de raudos pensamientos 
o pájaros inertes, que descienden 
desde un  desgranarse en horas.


Sentirme así, abatido en un mar de espumas
y voces que se alejan, cuando  ya 
nada importa y nada se espera.
Cuando  todo  se concreta en una inacción 
en la relajada melancolía de las hojas muertas,
entre viejos libros o sudarios.


El resplandor  único de la vida o el martilleo 
de esos segundos, que quedan atrapados 
en las alas de las mariposas, o esa distracción 
necesaria y piadosa, de quien va dejando 
sus huellas sobre el camino, para que el viento 
las borre.

Escrito en Junio 2022 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.

© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.




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