del duende que habita en mi
y refleja lo que siento y pienso
de forma automática.
No es mi tiempo, no es mi mundo,
vivo en un exilio prematuro
y sólo puedo decir que digo lo que digo,
porque nadie más lo dirá.
La vida que conocemos es un fraude,
porque admitimos lo que sea
y sucede que deberíamos
cambiar las normas, porque nadie más
lo hará.
¡ Craso error ! Siempre hay alguien
que escucha tu voz, por lejana que esté
y hay conciencias que han despertado
del letargo y que no pueden observar
los que todavía duermen.
Escrito en Septiembre 2017 por Eduardo Luis Díaz Expósito."zuhaitz".
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