del cuerpo, del deseo y la sinrazón,
de la angustia vital de sufrir la vida,
como un profunda herida
que se extiende.
Libérame de la infección
de las bocas impías, que dejan su hedor
a mentiras y traición.
Quiero dejar de ser, para volver
a ser nada y crecer hacia un todo,
sin nada que arrastrar.
Mis pies descalzos, orlados de nubes
y con la fluidez de la lluvia en mi alma
y el frescor de la inocencia,
sin mácula, ni remordimientos añadidos,
por una fé, en cuya falsedad hallamos
doctrinas impuestas.
Vuelve a mi Muerte y besa
mis labios inertes, para volver a tu seno
de madre terrible y volverme a parir,
esta vez, sin los dolores terrenales
que arrastra la vida.
Escrito en Septiembre 2017 por Eduardo
Luis Díaz Expósito."zuhaitz".
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