aunque aún duelen las heridas
y las cicatrices tardan en cerrar.
No todos me comprenden,
pero ya...Nada me importa.
No me quedan explicaciones que dar
y mi edad, me produce una inercia
hacia adelante, a descubrir de nuevo,
otros mundos que dejé en el olvido.
Vuelvo a la magia y a la poesía,
al reencuentro con mi fortaleza,
para que no me arrastren mis lágrimas,
a la auto compasión y el hundimiento
de mi espíritu.
Yo soy...Y eso basta.
Estoy y desarrollo lo que pueda desear
desde mi realidad.
Si no hay convergencia entre tú y yo,
tu no perteneces a mi mundo
y no diré más...
¡Sobran las palabras!.
Escrito en Septiembre 2017 por Eduardo Luis Díaz Expósito."zuhaitz".
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