con el fuego de tu cálida voz!.
El tálamo es un témpano de ausencias,
esperando que tu cuerpo provoque
una erupción febril en mis labios,
al contacto con los tuyos.
La niebla disipará en la estancia,
la tenue luz del deseo que fulge
en mis ojos, rasgarás mi espalda
con tus uñas y nuestros cuerpos
se amasarán con nuestros sudores
en una amalgama perfecta.
Entre jadeos y murmullos
sonarán nuestras bocas,
devorando el silencio y nuestros apetitos.
Mis manos sobre tus caderas y mi boca
rompiéndose entre tus dientes felinos,
mientras mi sexo es devorado
por tu sexo.
Se ha producido un eclipse
entre mi sombra y tu luz, en la órbita
que sale de la elíptica
de lo comúnmente cotidiano.
Enfermos de amor, febriles de pasión
y deseo, caemos inertes, anudados
los cuerpos, las lenguas y los labios,
abiertos hacia la puerta del placer eterno.
Escrito en Septiembre 2017 por Eduardo Luis Diaz Expósito."zuhaitz".
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