que tienen el mismo tono,
en distintos lugares y se sabe entonces,
que en el otro extremo hay alguien
con la misma vibración que tú.
Somos diapasones en nuestra
estructura cristalina y la forma de sentir
los hechos, determina la afinación
de cada uno de nosotros.
Existen almas gemelas
con afinaciones iguales, lo difícil
es coincidir y cuando ocurre,
tal parece que se obra el milagro,
para sentirnos especialmente bien.
Tal vez el destino, sea la mano
que remueve el cajón de los juguetes
y nos encontramos a veces,
con esa maravillosa vibración,
que nos acerca y nos identifica.
Algunas personas nos damos cuenta
y lo vivimos.
Los demás están demasiado ocupados,
desperdiciando su tiempo.
Escrito en Septiembre 2017 por Eduardo Luis Diaz Expósito."zuhaitz".
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