y vuelan los besos en alas
de hojas desprendidas, de los árboles
silenciosos.
El agua fluye lentamente
en los estanques,
entre murmullos secretos
que surgen desde el fondo musgoso
y se eleva hacia un cielo
de pupila azul y sonrisas de amaneceres
radiantes.
Se escucha un roce de pétalos
o labios besando imposibles,
en brisas que guardan sus dulces besos,
como arrullos o cantos
de aves peregrinas.
Tus cabellos agrestes, de verde hierba
y encajes blancos de espuma y nieve
vertida sobre los párpados,
que sueñan el encuentro fugaz
entre las nubes que flotan
en nuestros sueños.
Escrito en Septiembre 2017 por Eduardo Luis Díaz Expósito."zuhaitz".
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