miércoles, 6 de mayo de 2015

Guardando un suspiro

Quiero guardar un suspiro
en un corazón ardiente,
porque el amor es valiente.

Amor dulce, impenitente,
puerta que ya sin cerrojo,
se abre entre espinas y abrojos
y en la calma se sosiega.

No siente amor, quien lo niega
y así, quien lo niega, pena
en una amarga condena
y así pierde sin saber
lo que unos labios le ofrecen
al unirse, cuando besen
y sientas estremecer.

Vasija o cuerpo celeste,
ánfora de los deseos,
para perderse y hallarse
en otro cuerpo latiendo,
amor del que voy bebiendo,
flor que no ha de marchitarse,
amor divino en que creo.

Fragua de metal hirviendo,
pasión colgada de un clavo,
en mi corazón, esclavo
y de tu razón, sirviente.

A la mujer que me entrego,
pongo el corazón en prenda,
para que no se sorprenda
cuando a su mirada llego.

Y me abandono en la entrega,
que sé de amar sin herir,
porque prefiero morir,
si acaso el Amor me niega.

Que no encuentro otra razón,
que servir a quien, amando
mi vida voy entregando
unida a mi corazón.

Escrito en mayo 2015 por Eduardo Luis Diaz Expósito."zuhaitz"

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