la escena dispuesta.
El gesto exagerado y la voz
rompiendo silencios devorados.
El sabio, oculto entre bambalinas
y el actor principal capta la atención
del público expectante.
Sobre la tarima, danza la insegura vida
pendiendo de un hilo,
evoluciona y gira una vez más.
Abre los brazos y su figura se encorva,
emulando unas alas
o una rendición al uso.
Se apagan las luces y tras el telón,
un gemido, un grito o exclamación,
para dramatizar la escena.
Las luces retoman la estancia
y el escenario es un abanico
de luz y sombra.
Nadie sabe si se trata
de la consagración del actor
o del cadalso en su condena.
Escrito en Mayo 2015 por Eduardo Luis Díaz Expósito.“zuhaitz"
Publicado en el Libro de poemas " Glorias áureas" ISBN: 978-84-15176-55-8
Depósito Legal: BI-1461-2015
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