Tal vez fuera el sonido
calladamente incierto, de unos labios,
que desearon abrir un alma,
sin despertar de su sueño.
Hermoso sueño de arpegios de agua
en los besos y luz cantarina, que atrapaste
entre tus labios y brindas en cada sonrisa.
Tus ojos, racimos de noche, que ocultan
el misterio del amor en cada embestida de luz
en tus pupilas.
Ese brillo enamorado de luna, que crece
en la orilla de mis anhelos
y que tú magnificas en la contemplación
de un haz de luz, creciendo como una ilusión
o destello prendido en tus cabellos,
abanderados del viento.
Provocas los suspiros
que escapan de mi pecho,
cuando al adorar cada uno de tus poros,
el amor respira y se hace presente
en el contacto de tu piel.
Escrito en Agosto 2018 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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