miércoles, 4 de septiembre de 2019

La voz se desliza colina abajo.

Mi voz se desliza colina abajo,
hacia el lugar donde convergen los encuentros
y los abrazos, formando cadenas
que nos liberan de otras cadenas,
forjadas con nuestros temores
e indecisiones.

La voz es pronunciada en los cerros elevados
y asciende al azul del cielo,
que se halla inscrito
en todas las miradas puras.

Me elevo y voy creciendo como montaña,
en anhelos que convergen con otras gentes,
formando la cordillera necesaria, para alcanzar
ese cielo soñado.

Desde esta cordillera, fluyen
todos los ríos emocionales que se desbordan
en ocasionales desembocaduras,
hacia un mar de cordialidad,
en la calma queda que deja la tranquilidad
y el gesto meditativo en las añoranzas.

Escrito en Septiembre 2019 por Eduardo Luis Díaz Expósito."zuhaitz".




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