domingo, 15 de septiembre de 2019

Un día tras otro.

Los días pasan a caballo, cabalgando
sobre nuestros hombros, unas veces
pesarosos y cansados por la rutinaria
labor de cada día.
En cambio, cuando la mente se detiene
a observar el tránsito,
ve un vuelo de golondrinas, que en la juventud
llevan un rápido vuelo y luego más tarde,
se amaina su aleteo, planeando solamente
sobre la obra realizada en torno a su nido.

Los días pasan y apenas dejan huella
en nuestras memorias. Se vive el presente
como un único regalo, pues el pasado
es el envoltorio que hemos tirado
para descubrir el presente...¡El regalo!.

El calendario padece una alopecia crónica
y sus hojas van cayendo poco a poco,
para descubrir que todo lo que cae,
exige una renovación, porque nada
es repetible
y a cada luz que se marchita en la noche,
debe sucederla un nuevo amanecer,
para que los días se sigan sucediendo
uno tras otro.

Escrito en Septiembre 2019 por Eduardo Luis Díaz Expósito."zuhaitz".





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