martes, 9 de noviembre de 2021

El poder del viento.

De la piedra brota arena,
por ese constante esfuerzo 
del tiempo, porque  su almuerzo,
es su virtud y su pena.


De un soplo, los vendavales;
desde una brisa calmada,
la tormenta dislocada,
que atraviesa ventanales.


Y he aquí, que el vidrio quiebra,
por su gran  fragilidad
y el mito de su verdad
en la falsedad se enhebra.


Así pues, arena o piedra,
aire, espuma o vencimiento,
todo depende de viento
y el agua, donde se medra.


Medra para deshacer 
la piedra, con su dureza,
siempre acaba lo que  empieza,
aunque  no lo puedes ver.

Su poder es invisible
y sus efectos postreros,
son letales y por fieros,
su consecuencia es terrible.


Escrito en Noviembre 2021 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.

© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.






No hay comentarios:

Publicar un comentario