lunes, 15 de noviembre de 2021

Un regalo inesperado.

Desenvolver una sonrisa y abrir un regalo.
Somos como  botellas o pequeños recipientes,
cuyo contenido puede variar con el ánimo 
que  lleguemos a atesorar en nuestra alma.


La sonrisa estira el cauce de la vida,
 para que la alegría fluya libremente 
y preñe de color las zonas más oscuras 
de lo que cotidianamente surge 
en nuestro tiempo.


Bañémonos en la luz de la alegría 
y esbocemos una plácida sonrisa, repartiendo 
con ella, una buena disposición, para hacer 
de nuestro mundo, un lugar más confortable.

Podemos crecer y sin embargo cultivar 
esa inocente sonrisa que en nuestra niñez,
ponía alas a nuestra imaginación y hacía
que cualquier situación, fuera un milagro,
tan incomprensible, como bello.


Escrito en Noviembre 2021 por Eduardo Luis Díaz Expósito. “zuhaitz”.

© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.





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