martes, 30 de agosto de 2022

Al extremo del vértigo cotidiano.

El hecho de vivir  cada día, produce 
un irremediable vértigo que  nos precipita 
al vacío.
Curiosamente, tratamos de llenar 
todos nuestros vacíos, con cosas inútiles 
y cuando nos precipitamos, olvidamos 
el lógico temor al salto y el paracaídas,
para así evitar que nuestros cuerpos 
al estrellarse, sean una masa deforme 
sobre el asfalto y que nuestros nombres 
queden poco tiempo en las memorias…
tan sólo como una canción que apenas 
nadie recuerda.

Escrito en Agosto 2022 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.

© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.




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